El Instituto de Ecología Emocional, fue creado en Barcelona. Más de 20 años de trabajo al servicio de las personas, abanderando y como referente del crecimiento personal y el Desarrollo emocional humano.
Año 2013 se funda el Institut d’ Ecología Emocional México dirigido e integrado por un equipo de especialistas formados y certificados en el modelo y avalados por los creadores del mismo.
“Después de casi veinte años, el Modelo Ecología Emocional ha llegado a su mayoría de edad y es momento de explorar nuevos territorios, Y es desde la responsabilidad que tenemos como sus creadores, que hemos elegido “dar alas”, a este modelo, dejándolo partir, para que pueda volar y llegar a muchas más personas donde quiera que estén.
Por ello, hemos buscado las mejores manos, mentes y corazones, para que continúen la tarea de darle vida, empuje y continuar cuidándolo y extendiéndolo por el mundo”.
El Institut Internacional Ecología Emocional es dirigido por Dulce Camarillo, hasta el año 2021 Directora General del Instituto de Ecología Emocional México. Es actualmente directora, vocera y responsable de desplegar el modelo Ecología Emocional a nivel global.
Un mundo interior y exterior emocionalmente más ecológico no se improvisa ni se encuentra hecho.
Hay que tomar conciencia de que formamos parte de un ecosistema humano y natural, en el cual todos somos piezas importantes y que influimos en el conjunto.
Nuestras acciones y pasividad tienen un impacto en el clima emocional global, haciendo que aumente el desequilibrio, el sufrimiento, la enfermedad y la destructividad; o el equilibrio, la armonía, el bienestar y la creatividad.
“Como somos nosotros así es el mundo, podemos ser parte del problema o parte de la solución de la humanidad”
Soler y Conangla
Mejorar como personas
Aumentar la calidad de nuestras relaciones
Mejorar el mundo en que vivimos
Partimos de que cuando mejora la persona todo lo que la rodea evoluciona. Así trabajamos para ayudar a poner en juego e incrementar las capacidades de cada persona para gestionar de forma equilibrada, sostenible y ecológica su mundo emocional.