Aspiramos a la excelencia emocional y soñamos que algún día será una visión deseada por todos, personas y organizaciones.
Mercè Conangla y Jaume Soler
La Ecología Emocional aplicada a las organizaciones da una respuesta nueva, creativa y aplicable al reto de la calidad emocional.
Si queremos que alguien haga algo nuevo y mejor debemos ayudarle a convertirse en alguien nuevo y mejor.
Todo ecosistema tiene la capacidad de generar su propio equilibrio y sostenibilidad. La calidad emocional va a ser el resultado de cómo todos y cada uno de los profesionales que componen una organización gestionen su mundo emocional. En definitiva, es ahí donde radica el éxito o el fracaso.
Las emociones nos pueden mover a actuar de forma creativa o destructiva, nos bloquean o nos proyectan, nos permiten crear sinergias o nos separan. En definitiva, toda organización mejora cuando mejoran y crecen, personal y profesionalmente, las personas que la componen y no tiene más futuro que el que éstas tengan.